domingo, 14 de enero de 2007

La primera cita III

Marta descendió del autobús abriéndose paso entre dos ancianas que tapaban la puerta del vehículo y se dirigió hacia la entrada del hospital. Frente a las puertas de vidrio del edificio se amontonaban pequeños grupos de personas que fumaban y conversaban en voz baja, como desganados, amedrentados por el frío y la niebla, frío y niebla que a pesar de su intensidad no lograban interrumpir la salida de nuevos fumadores al exterior. Cuando se aproximó a la entrada, las puertas de vidrio se abrieron y penetró en un recibidor de gran tamaño en cuyo final se encontraba un mostrador con un ordenador y detrás de éste dos puertas sobre las cuales se hallaban fijos grandes carteles indicando la situación de las salas del hospital: cafetaría, sala de extracciones, etc. Marta se detuvo frente al mostrador, y tras un corto período de espera vio aparecer a un celador que se sentó y le dio los buenos días.

-Buenos días -dijo Marta-. La habitación de Jordi González Miralles, por favor.
-González Miralles -susurraba el celador mientras tecleaba en el ordenador-. Jordi González Miralles, habitación 315.

Marta entró por la puerta situada a la izquierda del mostrador y se dirigió a un pequeño pasillo en el que se hallaban dos ascensores, y tres máquinas expendedoras de refrescos, café y comida. Se detuvo junto a otras diez personas, aproximadamente para esperar al ascensor. Cuando finalmente llegó, no pudo entrar en la cabina del mismo, debido a la marabunta de gente que se precipitó al interior de éste y hubo de esperar a que llegase el segundo. Una vez llegó a la tercera planta del hospital rápidamente localizó la habitación 315 junto a un carrito lleno de bandejas de comida con sus características tapas de color azul. Marta pasó sintiendo un nudo en su estómago y sin saber muy bien cómo reaccionar.

-Buenos días, Marta. -Jordi la saludaba desde la cama, con una gran sonrisa- Te prometo que ésta es la última vez que llego tarde a una cita.

Los padres de Jordi, que se hallaban sentados en sendas sillas, uno a cada lado de la cama, dejaron sola a la pareja tras presentarse y saludar a Marta.

- ¿Qué te ha pasado? -preguntó Marta con cara de preocupación- Me quedé muy preocupada cuando me llamaron del hospital.
- Al cruzar por la avenida de Ramón y Cajal, en la esquina con la calle San Esteban un coche se saltó el semáforo y me atropelló. El conductor estuvo aquí ayer, vino a disculparse. -en su rostro se notaba un gran enfado-. Pienso poner una denuncia de todas maneras.
- Sabía que algo había pasado, era muy raro que ni siquiera contestaras al móvil. ¿Pero qué te has hecho? ¿Ha sido muy grave?
- El choque me rompió dos costillas y perdí el conocimiento por el golpe. Me han operado para recostruir las costillas, por eso sigo ingresado, pero no te preocupes, mañana me darán el alta.

Marta miraba a Jordi con lo ojos vidriosos y una expresión mezcla de alegría y tristeza. Había pasado una noche llena de preocupación, convencida de que algo malo había pasado, hasta que a las ocho de la mañana la secretaria del hospital llamó a su teléfono explicándole lo ocurrido. Por fin había pasado todo, Marta se acercó hasta a Jordi y muy despacito, con ternura, temerosa de no dañarlo le dio un gran beso.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres muy detallista escribiendo, cuidas mucho el detalle, de tal orma que es ácil imaginarse los lugares.

Un beso.

el_Vania dijo...

¡Hola Eilen!
Coincido con el comentario de Sakkarah... con tus descripciones, al leerlo lo estaba visualizando.
Me alegro por Jordi. Y por Marta. Y por los padres de él.
Me encantan las historias que al final terminan bien!
Por cierto, ya hacía días sin post nuevo... ¿Todo bien?
Salud/OS

H. G. dijo...

Buweno, la verdad que sigues manteniendonos atentos a tus texto. Sabes? Tienes mucho talento, manejas una excelente estructura narrativa a la par de un buen uso del lenguaje. Sigue escribiendo para nuestro disfrute.
Un abrazo.
H. G. CIBELE
Ah... y gracias por tus continuas visitas a mi blog PROSPERIDAD INTEGRAL

Javier Luján dijo...

Coincido con los anteriores comentarios, describes muy bien, sabes mantener un estilo.

Eilen dijo...

sakkarah: Muchas gracias, espero no haber resultado excesivo con los detalles, a veces puede resultar aburrido.

el_vania: ¡Hola! Después de todo lo que le había hecho pasar a Jordi, no podía dejar que el final fuera triste. Estos días postearé poquísimo porque los estudios me tienen muy ocupado.

hgcibele: Gracias a ti también por visitar mi blog, me alegra que te guste.

capitán pescanova: Gracias, no sé si mantengo un estilo, si lo hago es inconscientemente, espero ir mejorando poco a poco, todo con la práctica.

Y muchas gracias a todos por visitarme.

Un abrazo, espero recuperar la actividad muy prontito, porque ahora ando liadillo.

El argonauta enmascarado dijo...

Es difícil no imaginar el paisaje de tu narración. Nos haces sentir y vivir la escena como si nosotros mismos estuvieramos presentes en el momento y lugar.
Un saludo, Eilen.

Eilen dijo...

Argonauta, perdona que haya tardado tanto en contestar, pero es que como ya os dije ando un poco falto de tiempo. gracias por vuestras palabras, me animan a seguir posteando, y lo haré a menudo después de los exámenes.
Saludos.

el_Vania dijo...

Hum... nueva plantilla... Preveo algo gordo que estás tramando, Eilen!
;)

Eilen dijo...

Jajaja, no os asustéis que no tramo nada. Es que me apetecía cambiar, que la anterior plantilla ya la tenía muy vista.

Scarlett dijo...

Me gusta como te ha quedado;)
La historia, feliz final,lo esperaba con impaciencia;)

Eilen dijo...

Gracias, scarlett. La verdad es que no quería seguir torturando a los personajes de esta historia. Se lo había hecho pasar ya bastante mal.
Besitos.