sábado, 31 de marzo de 2007

Una broma pesada


Aquel 28 de Diciembre subí a casa alegre de no haber sido víctima de las crueles bromas de mis amigos. Recordaba cómo hicieron pasear desnudo a Germán por la estación de trenes durante una hora y me estremecía sólo con la idea de ser objeto de una inocentada así. Al abrir la puerta saludé a mi familia y me dirigí enseguida a la habitación donde vivíamos Luisa y yo. Digo que vivíamos allí porque pasábamos prácticamente encerrados en ese pequeño habitáculo todo el tiempo. Solo lo abandonábamos esporádicamente para comer o ir al cuarto de baño. Era nuestro mundo diminuto, donde sólo Luisa y yo teníamos cabida. Era perfecto.
Abrí la puerta ansioso por contarle a Luisa cómo había ido el día cuando vi una escena horrible. Su cabeza colgaba del techo atada a una cuerda. No había rastro de su cuerpo. No estaba en la habitación. Me quedé blanco, temblando mientras las lágrimas asomaban a mis ojos. Rompí a llorar amargamente y entonces escuché la voz de mi hermano que decía "¡Inocente!". Salí corriendo de allí. No podía ser. ¿Qué clase de persona gasta una broma así? Corrí todo lo rápido que podía. Atravesé el salón donde mis padres reían disimuladamente, con miedo de ser descubiertos. No podía ser. ¿Qué seres hacen eso? ¡Los odio! Corrí todo lo que puede hasta la plaza. Me detuve en la fuente porque necesitaba agua. Maldecí mientras todos me miraban extrañados y corrí más. Corrí, corrí, corrí hasta caer en la acera muerto de pena, dolor y cansancio ¡¿Por qué?! ¡Yo quería tanto a Luisa! ¡Era mi familia! ¡Cómo podían hacerme eso! Una señora me ayudó a levantarme de la acera donde yacía envuelto en lágrimas.

-Chiquillo, ¿qué te ha pasado?
-Han matado a Luisa, mi osito de peluche.

9 comentarios:

el_Vania dijo...

Pues parecido me sucedió a mi... lo que pasa que fue por despecho, no por inocentada. Uno de mis primos tiró por la ventana a uno de los ositos que más cariño tenía. Fué un golpe duro. Máxime cuando él tenía otro idéntico, gemelo...
Lo pasé mal, realmente mal.
Se les coge un cariño!!
Salud/OS!

Anónimo dijo...

Eso es muy cruel...Pero yo ya estaba pensando en carniceros de verdad...

Aunque en los sentimientos de un niño, no hubiera sido muy diferente.

Un beso, Eilen

Eilen dijo...

el_vania: La verdad es que de pequeño estas cosas afectan mucho. ¡Caray con tu primo! Era un niño cruel.
Un saludo.

sakkarah: Era eso lo que buscaba. Pensé que provocaría una reacción un poco "gore" y de repente decir que era un osito de peluche sería sorprendente.
Besos.

Javier Luján dijo...

Pues lo has conseguido, Eilen, me has hecho pensar que en lugar de una familia de bromistas era una familia de psicópatas. En el fondo prefiero que el descabezado sea un osito, aunque si hacen eso a mi ratita me muero de la pena.
Un saludo, Eilen.

Eilen dijo...

Jajajaja no querría vivir con una familia así. Cuida de esa ratita, que la gente puede gastar brmas muy crueles.

Un saludo.

Mariluz Barrera González dijo...

Definitivamente, una muy buena broma, jeje, al descubrir que es un osito, siendo un adulto, pero como bien dices si fuese un niño al terminar de leerlo me sentiría muy pero muy mal; te lo dice alguien que vive con todo el bosque de los 100 acres y winnie pooh se sienta a la mesa a comer, sale al parque con nosotros, y tengo que darle el beso de las buenas noches, ya es parte de la familia.(gracias a sofia mi pequeña)

BESOS.

Eilen dijo...

Me puedo hacer una idea de la cantidad de muñecos que te rodean, en mi propia casa pasa igual porque mi hermana tiene un montón de peluches. A mi me gusta mucho, te decoran un montón la casa.
Muchas gracias por la visita.

Besos.

El argonauta enmascarado dijo...

Un relato que sorprende al lector, es un buen relato.
Su creador un buen escritor.

Saludos, eilen.

Eilen dijo...

Con los lectores como vosotros da gusto, me sacáis los colores con esos comentarios.
Muchísimas gracias, Argonauta.
Saludos.